Autora: Shinn. Publicada originalmente en COYUHI.
Hacía tiempo que llevaba mirándola, ella era la dueña de mis miradas, de mis pensamientos, de mi corazón. Ahora me pregunto de qué más eras dueña hasta el momento en que...
- ¡Kai!-
- ¿Qué? -
- Necesito ayuda -
- ¿Ayuda en qué?-
- Necesito que me ayudes a conquistar a Akari -
Sòlo hubo silencio.
- ¿Y bien? ¿Me ayudarás? – insistió.
- Sí, claro. ¿Qué quieres que haga por ti? -
- Necesito que el lunes le entregues esta rosa y esto… - concluyó, extendiendo su mano con algo en ella.
- ¿Una carta?-
- Mira, léela -
- No quiero -
- Vamos, échale al menos una miradita -
- ¡No! –
- ¡Hazloooo! –
- ¡Está bien! , sólo si dejas de molestar. ¿Trato hecho? -
- ¡Síííííí ! - contestó èl.
- A ver… - dije sin ganas- pero… ¡qué rayos, Ryo! ¡Está vacía, idiota! -
- Pues claro, ja ja ja ja, tú la escribirás -
- ¡Eso sí que no!-
- Claro que sí, si no lo haces, te chantajeo; ya sabes que te puedo hundir ¿no? -
- ¿A esto llamas amistad?-
- ¡Pues claro, tonta! -
No tenía otra salida, estaba entre la espada y la pared, entonces dije:
- Lo haré, pero con una condición -
- ¿Dime cuál? -
- Te ayudaré con esto, pero con el resto te lo arreglarás tú solo, ¿está bien?-
- Está bien, está bien. Sólo necesito que me abras el camino, nena -
- ¡Alto allí!- exclamé.
- ¿Eh? -
- Una cosa más: no me hablarás durante dos meses, ¿ahora o nunca? -
Lo pensó por medio minuto, y al final respondió:
- ¡¡ACEPTOOOOOOOOOOOOOOOOOO!! ¡Ya verás cómo me vas a extrañar!- gritó riendo.
- Sí, claro, lo que tú digas. Hasta mañana-
- ¡¡Hasta mañana!! -
----------------------------------------------------------------------
- Bien, debería resultar fácil para mí escribir la carta. Empecemos…-
“Hola Akari, soy Taku, tu compañero. Quizás soy un cobarde por no decirte esto frente a frente, pero por aquí me animo a decirte que te amo. Te espero en la terraza del colegio
a la hora del segundo recreo.
Con amor,
Takumi. “
- Humm…supongo que con esto debería ser suficiente, es sencilla pero directa-
Lo pensé un rato …
- Bueno, que Taku se las arregle con esto-
---------------------------------------------------------------
Lunes
- Oye, Akari… -
Era hora del recreo, la llamé con seriedad, ella paró al escucharme; sin embargo, permaneció dándome la espalda. No esperaba otra cosa de ella.
- Akari, disculpa que te moleste, alguien me ha dado esto – y extendí mi mano con la carta en ella.
La chica se volteó, tomó el sobre, y luego…
- ¡¡Oye!! ¿¡ pero qué rayos haces!?-casi grité, sorprendida
- No me interesa -
-Sabes… – continué, indignada-… hay una cosa a la que llaman...déjame ver… ¿sentimientos? ¿Alguna vez has escuchado hablar de eso?-
Ella sólo me ignoró, cosa que incrementó mi rabia. Después de lo ocurrido, se dignó a salir del salón, y cuando estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta, lancé el borrador lleno de tiza que voló por los aires.
- ¡¡Idiota!!- grité riendo maliciosamente.
Había dado en el objetivo: el borrador golpeó su cabeza , que ahora lucía toda blanca.
Ella dio media vuelta, para mi sorpresa.
- Kai…- dijo muy enojada- Esta me la vas a pagar -
-¿Sí? , pues dime cuándo – respondí en tono de provocación.
En ese instante creí ver una vena en su frente de tanto enojo, al parecer había herido su orgullo.
- ¡¡Ahora Mismo!!- gritó, mientras corría hacia donde yo estaba.
Y entonces se lanzó sobre mí. Me lanzó al suelo provocando que golpeara contra el pupitre que estaba a mis espaldas.
- ¡¡Auchhh!!- exclamé, cerrando los ojos. Cuando los abrí nuevamente, Akari estaba sobre mí.
- ¡Quítate de encima!- añadí, con desprecio.
Ella lo hizo en silencio. Ahora estábamos las dos sentadas en el piso, frente a frente.
- Oye Akari –comencé a decir, ya que después de todo me había pasado un poco- la verdad, lo siento mucho, me dejé llevar-
Como era costumbre se hizo presente el silencio, entonces suspiré, y me levanté dejándola sola sentada en el suelo.
- Akari -dije con tristeza- alguien te espera en la terraza, ese alguien tiene sentimientos -
Después de todo eso, y sintiéndome nada bien, me fuí del colegio.
Esa misma tarde, el incesante timbre del teléfono resonaba en toda la casa.
-¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!!- grité desde mi habitación- ¡ el teléfonooooooooo!-
Pero no hubo respuesta.
- Esta bien, atenderé yo- bajé diciendo resignada.
-¿Hola?-
- Kai, ¿qué tal? , soy Taku-
- Taku rompiste la promesa-
- Oye Kai, sólo quiero darte las gracias. Akari vino y…-
- ¿Y qué? Taku, eso no es asunto mío-
- Y nada Kai… cumpliré con el trato, estoy muy agradecido contigo. Adiós -
Y cortó…
En ese instante sentí cómo mi corazón empezó a doler mucho pero mucho, y pensé:
"Ya entendí Taku… Akari te aceptó".
Una semana después…
-¡Kai, apúrate! No vas a faltar más a clases- dijo mi mamá, fastidiada.
- Mamá… no tengo ganas-
- Esa no es una razón. Ya ve al colegio-
- Está bien, ahora iré – y me levanté de mala gana.
Tomé el bus tarde por ende llegué tarde.
..........................................................
Al acercarme a la puerta del salón, dudé por un momento en tocar a la puerta.
- Vaya. Por fin aparece- exclamó el profesor a abrir la puerta.
- “Sí, pero quién sabe por cuánto…”- pensé para mí misma.
Ya nada era lo mismo, fue así como decidí distanciarme de Taku y hacer como si ella no existiera.
- Kai- dijo una voz llamándome.
-¿Qué quieres?- respondí con desgano.
-¿Me acompañas al patio? Ven a ver algo, ¿sí?-
Quien me hablaba era María, una compañera de curso, cercana a mí.
- María, ¿realmente hace falta? No tengo ganas de caminar-
-¡Venga, que no quiero escuchar un no!-
- ¿Y qué tal un… NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO?-
Esa respuesta la hizo enfadar, por lo tanto me tiró del brazo bruscamente, resultando la maniobra muy dolorosa.
- ¡¡Oye!! ¡¡ Me duele!!- grité, pero ella me ignoró.
....................................................................
Al llegar al patio…
- Kai -
- ¿Qué?-
- Te traje aquí porque…- pero María fue interrumpida por el sonido de una voz conocida que decía:
- Akari –
-¡¡Takumi!!- exclamé en un susurro y con sorpresa.
- Vamos amorcito, déjame darte un besito, ¿sí?- y la miraba con cara de perro mojado.
Miré a María, y susurrando le dije:
- Escondámonos allí -
Había unos arbustos bastantes grandes , yo diría el escondite perfecto.
- ¿Qué? ¡Ni loca!- repicó con desdén María.
Entonces ella sonrió y salió al paso diciendo:
- ¡Viva los Novios! ¡Oye Kai, ven aquí! -
En ese instante no soportaba a Takumi y Akari, pero a María no la quería ni ver…
-¿Kai? – fue la pregunta de Taku y Akari, ambos sorprendidos.
Mientras tanto, seguía yo haciéndome la desentendida entre los arbustos como si no hubiese escuchado el comentario de María. Aún estando confusa, de forma imprevista apareció mi desubicada amiga, sacándome de mi refugio.
- ¡Por Dios, María! ¿Qué rayos haces?- añadí molesta, zafándome de su apretón.
- ¿Qué tal si nos demuestran cuanto se quieren? – empezó nuevamente María- ¡un besito estaría súper! -
- ¿Estás loca? Eso es parte de su privacidad-repliqué, aunque en realidad yo no quería ver.
- Cálmate Kai no pasa nada. Ven amor- interrumpió Taku, atrayendo a la chica hacia él.
Entonces la tomó de la cintura, ella puso sus brazos alrededor de su cuello, acortaron distancia y yo…yo no podía creer lo que estaba a punto de ver.
María, loca de remate, sólo exclamó:
- ¡¡¡Síííííííí !!! ¡¡Viva el amor!!-
Ellos se besaron, y mi corazón murió. Fue lo más asqueroso y repugnante que he visto en mi vida, me dieron ganas de vomitar, y demás está decir sobre las ganas que tenía de llorar todo un maldito rio.
- ¡María!- grité, mientras ponía una de mis manos en su hombro para sostenerme
-¡Kai!- exclamó mirándome preocupada - estás pálida, ¿qué te pasa?-
- Lo… ¡lo siento!- le dije entre lágrimas.
Después de eso salí corriendo torpemente, sólo pensaba en mi dolor, solo podía recordar esa
escena, corrí veredas y veredas, tropezando con personas sin darme cuenta. Sin saber hacia dónde iba, crucé una calle, en el camino tropecé no sé con qué cosa cayendo al suelo, y luego vi una luz cegadora venir hacia a mí a toda prisa.
No tenía intenciones de moverme de allí, y grité al cielo, testigo de mi dolor.
- ¿¿¡¡Por quéééééé!!??
-----------------------------------------------------------------------------------
Minutos antes...
- Kai va a morir…- empezó a decir Takumi.
María y Akari lo miraron extrañadas, sin entender su comentario.
- Accidentes de auto – suspiró, como si se tratase de nada- pasan todos los días, ¿verdad?
Akari sacudió su cabeza aún sin entender.
- No me entiendes, ¿verdad? Ahhh…- exclamó con desdén el muchacho- ¡¡¡Creí q eras digna de mi!!! -
- Pero… ¿de qué estás hablando, Taku?-
- Te lo diré si me das el último, el último bes…-
Y súbitamente él cayó, desmayado a sus pies, sin razón alguna.
- Takumi - y Akari levantó su cara- Ojalá te acuerdes..¡¡ de esto!!-
Sonó un fuerte ruido, PAMMM, y el pié de Akari se estrelló en Takumi en una horrenda patada.
- ¡Me das asco!-
La chica volteó y vio a una María que estaba completamente helada.
- Dios…Kai...no…Kai – susurraba.
- María, no te rindas. Todavía podemos hacer algo -
-¿¡ Por qué Akari ,por qué!? - entre lágrimas-¿Por qué tiene que morir ella? ¿Por qué?-
- María- la abrazó- ¡vamos a salvarla!-
- Sabes, Akari…yo no quiero perderla - llorando- ¡No quiero!- y se dejó caer de rodillas.
Y Akari finalmente entendió.
- Entonces ponte de pie y hagamos lo que podamos por ella -
Por ella lo estaba haciendo, sonó extraño sinceramente ,pero el sólo hecho de pensar que podría pasar algo malo, muy malo a Kai hacía que a María le doliera el corazón.
- Vamos Akari. ¡Juntas salvaremos a Kai!-
Entonces empezaron a correr como locas por toda la ciudad por un largo rato. Pero sin obtener ningún resultado, decidieron separarse para cubrir mejor el área. Si Akari no me encontraba,
María podría hacerlo.
“¿Dónde estás Kai? ¿Dónde estás? … ¡Por Dios!...” pensó María.
Estaba desesperada, estaba a punto de rendirse, a punto de llorar, cuando repentinamente el teléfono sonó, había llegado un mensaje:
“CALLE NORTON Y MORON---
María no entendía el mensaje hasta que sonó el timbre y llegó otro mensaje de texto:
…KAI”
En ese instante entendió lo que estaba diciendo el mensaje: era una señal.
Salió corriendo lo más rápido que pudo, no había tiempo que perder, ¡No lo había!
Entonces llegó a esa esquina, y al mirar gritó:
-¡¡ KAIIIIIIIIIIIIII!!-
Pero no sirviò de nada, estaba el cuerpo inmóvil en la calle y un auto se acercaba muy ràpido.
- ¡¡DESPIERTAAAAAAAAAAAAAAA!!-gritó de nuevo con todas sus fuerzas.
Pero no me moví y el auto estaba muy cerca , y no demoraría nada en llegar hasta donde estaba y repentinamente las piernas de María empezaron a moverse solas.
Corrió y corrió hasta donde yo estaba. El auto estaba a punto de matarme cuando María llegó y se lanzó sobre mí para rodar juntas a un lado de la calle; el auto pasó hecho un bólido en rapidez, y ni siquiera se detuvo, sólo siguió su camino.
- ¡Kai! ¿¡En qué rayos estabas pensando!? ¿Qué cosas tienes en tu cabeza?-
María estaba realmente furiosa, pero mi mirada confusa al abrir los ojos la cautivó.
- Kai… ¿acaso no sabes lo mucho que te quiero?-y me abrazó
- María…-susurré y luego cerré los ojos para no volverlos a abrir jamás…
Hacía tiempo que llevaba mirándola, ella era la dueña de mis miradas, de mis pensamientos, de mi corazón. Ahora me pregunto de qué más eras dueña hasta el momento en que...
- ¡Kai!-
- ¿Qué? -
- Necesito ayuda -
- ¿Ayuda en qué?-
- Necesito que me ayudes a conquistar a Akari -
Sòlo hubo silencio.
- ¿Y bien? ¿Me ayudarás? – insistió.
- Sí, claro. ¿Qué quieres que haga por ti? -
- Necesito que el lunes le entregues esta rosa y esto… - concluyó, extendiendo su mano con algo en ella.
- ¿Una carta?-
- Mira, léela -
- No quiero -
- Vamos, échale al menos una miradita -
- ¡No! –
- ¡Hazloooo! –
- ¡Está bien! , sólo si dejas de molestar. ¿Trato hecho? -
- ¡Síííííí ! - contestó èl.
- A ver… - dije sin ganas- pero… ¡qué rayos, Ryo! ¡Está vacía, idiota! -
- Pues claro, ja ja ja ja, tú la escribirás -
- ¡Eso sí que no!-
- Claro que sí, si no lo haces, te chantajeo; ya sabes que te puedo hundir ¿no? -
- ¿A esto llamas amistad?-
- ¡Pues claro, tonta! -
No tenía otra salida, estaba entre la espada y la pared, entonces dije:
- Lo haré, pero con una condición -
- ¿Dime cuál? -
- Te ayudaré con esto, pero con el resto te lo arreglarás tú solo, ¿está bien?-
- Está bien, está bien. Sólo necesito que me abras el camino, nena -
- ¡Alto allí!- exclamé.
- ¿Eh? -
- Una cosa más: no me hablarás durante dos meses, ¿ahora o nunca? -
Lo pensó por medio minuto, y al final respondió:
- ¡¡ACEPTOOOOOOOOOOOOOOOOOO!! ¡Ya verás cómo me vas a extrañar!- gritó riendo.
- Sí, claro, lo que tú digas. Hasta mañana-
- ¡¡Hasta mañana!! -
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- Bien, debería resultar fácil para mí escribir la carta. Empecemos…-
“Hola Akari, soy Taku, tu compañero. Quizás soy un cobarde por no decirte esto frente a frente, pero por aquí me animo a decirte que te amo. Te espero en la terraza del colegio
a la hora del segundo recreo.
Con amor,
Takumi. “
- Humm…supongo que con esto debería ser suficiente, es sencilla pero directa-
Lo pensé un rato …
- Bueno, que Taku se las arregle con esto-
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Lunes
- Oye, Akari… -
Era hora del recreo, la llamé con seriedad, ella paró al escucharme; sin embargo, permaneció dándome la espalda. No esperaba otra cosa de ella.
- Akari, disculpa que te moleste, alguien me ha dado esto – y extendí mi mano con la carta en ella.
La chica se volteó, tomó el sobre, y luego…
- ¡¡Oye!! ¿¡ pero qué rayos haces!?-casi grité, sorprendida
- No me interesa -
-Sabes… – continué, indignada-… hay una cosa a la que llaman...déjame ver… ¿sentimientos? ¿Alguna vez has escuchado hablar de eso?-
Ella sólo me ignoró, cosa que incrementó mi rabia. Después de lo ocurrido, se dignó a salir del salón, y cuando estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta, lancé el borrador lleno de tiza que voló por los aires.
- ¡¡Idiota!!- grité riendo maliciosamente.
Había dado en el objetivo: el borrador golpeó su cabeza , que ahora lucía toda blanca.
Ella dio media vuelta, para mi sorpresa.
- Kai…- dijo muy enojada- Esta me la vas a pagar -
-¿Sí? , pues dime cuándo – respondí en tono de provocación.
En ese instante creí ver una vena en su frente de tanto enojo, al parecer había herido su orgullo.
- ¡¡Ahora Mismo!!- gritó, mientras corría hacia donde yo estaba.
Y entonces se lanzó sobre mí. Me lanzó al suelo provocando que golpeara contra el pupitre que estaba a mis espaldas.
- ¡¡Auchhh!!- exclamé, cerrando los ojos. Cuando los abrí nuevamente, Akari estaba sobre mí.
- ¡Quítate de encima!- añadí, con desprecio.
Ella lo hizo en silencio. Ahora estábamos las dos sentadas en el piso, frente a frente.
- Oye Akari –comencé a decir, ya que después de todo me había pasado un poco- la verdad, lo siento mucho, me dejé llevar-
Como era costumbre se hizo presente el silencio, entonces suspiré, y me levanté dejándola sola sentada en el suelo.
- Akari -dije con tristeza- alguien te espera en la terraza, ese alguien tiene sentimientos -
Después de todo eso, y sintiéndome nada bien, me fuí del colegio.
Esa misma tarde, el incesante timbre del teléfono resonaba en toda la casa.
-¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!!- grité desde mi habitación- ¡ el teléfonooooooooo!-
Pero no hubo respuesta.
- Esta bien, atenderé yo- bajé diciendo resignada.
-¿Hola?-
- Kai, ¿qué tal? , soy Taku-
- Taku rompiste la promesa-
- Oye Kai, sólo quiero darte las gracias. Akari vino y…-
- ¿Y qué? Taku, eso no es asunto mío-
- Y nada Kai… cumpliré con el trato, estoy muy agradecido contigo. Adiós -
Y cortó…
En ese instante sentí cómo mi corazón empezó a doler mucho pero mucho, y pensé:
"Ya entendí Taku… Akari te aceptó".
Una semana después…
-¡Kai, apúrate! No vas a faltar más a clases- dijo mi mamá, fastidiada.
- Mamá… no tengo ganas-
- Esa no es una razón. Ya ve al colegio-
- Está bien, ahora iré – y me levanté de mala gana.
Tomé el bus tarde por ende llegué tarde.
..........................................................
Al acercarme a la puerta del salón, dudé por un momento en tocar a la puerta.
- Vaya. Por fin aparece- exclamó el profesor a abrir la puerta.
- “Sí, pero quién sabe por cuánto…”- pensé para mí misma.
Ya nada era lo mismo, fue así como decidí distanciarme de Taku y hacer como si ella no existiera.
- Kai- dijo una voz llamándome.
-¿Qué quieres?- respondí con desgano.
-¿Me acompañas al patio? Ven a ver algo, ¿sí?-
Quien me hablaba era María, una compañera de curso, cercana a mí.
- María, ¿realmente hace falta? No tengo ganas de caminar-
-¡Venga, que no quiero escuchar un no!-
- ¿Y qué tal un… NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO?-
Esa respuesta la hizo enfadar, por lo tanto me tiró del brazo bruscamente, resultando la maniobra muy dolorosa.
- ¡¡Oye!! ¡¡ Me duele!!- grité, pero ella me ignoró.
....................................................................
Al llegar al patio…
- Kai -
- ¿Qué?-
- Te traje aquí porque…- pero María fue interrumpida por el sonido de una voz conocida que decía:
- Akari –
-¡¡Takumi!!- exclamé en un susurro y con sorpresa.
- Vamos amorcito, déjame darte un besito, ¿sí?- y la miraba con cara de perro mojado.
Miré a María, y susurrando le dije:
- Escondámonos allí -
Había unos arbustos bastantes grandes , yo diría el escondite perfecto.
- ¿Qué? ¡Ni loca!- repicó con desdén María.
Entonces ella sonrió y salió al paso diciendo:
- ¡Viva los Novios! ¡Oye Kai, ven aquí! -
En ese instante no soportaba a Takumi y Akari, pero a María no la quería ni ver…
-¿Kai? – fue la pregunta de Taku y Akari, ambos sorprendidos.
Mientras tanto, seguía yo haciéndome la desentendida entre los arbustos como si no hubiese escuchado el comentario de María. Aún estando confusa, de forma imprevista apareció mi desubicada amiga, sacándome de mi refugio.
- ¡Por Dios, María! ¿Qué rayos haces?- añadí molesta, zafándome de su apretón.
- ¿Qué tal si nos demuestran cuanto se quieren? – empezó nuevamente María- ¡un besito estaría súper! -
- ¿Estás loca? Eso es parte de su privacidad-repliqué, aunque en realidad yo no quería ver.
- Cálmate Kai no pasa nada. Ven amor- interrumpió Taku, atrayendo a la chica hacia él.
Entonces la tomó de la cintura, ella puso sus brazos alrededor de su cuello, acortaron distancia y yo…yo no podía creer lo que estaba a punto de ver.
María, loca de remate, sólo exclamó:
- ¡¡¡Síííííííí !!! ¡¡Viva el amor!!-
Ellos se besaron, y mi corazón murió. Fue lo más asqueroso y repugnante que he visto en mi vida, me dieron ganas de vomitar, y demás está decir sobre las ganas que tenía de llorar todo un maldito rio.
- ¡María!- grité, mientras ponía una de mis manos en su hombro para sostenerme
-¡Kai!- exclamó mirándome preocupada - estás pálida, ¿qué te pasa?-
- Lo… ¡lo siento!- le dije entre lágrimas.
Después de eso salí corriendo torpemente, sólo pensaba en mi dolor, solo podía recordar esa
escena, corrí veredas y veredas, tropezando con personas sin darme cuenta. Sin saber hacia dónde iba, crucé una calle, en el camino tropecé no sé con qué cosa cayendo al suelo, y luego vi una luz cegadora venir hacia a mí a toda prisa.
No tenía intenciones de moverme de allí, y grité al cielo, testigo de mi dolor.
- ¿¿¡¡Por quéééééé!!??
-----------------------------------------------------------------------------------
Minutos antes...
- Kai va a morir…- empezó a decir Takumi.
María y Akari lo miraron extrañadas, sin entender su comentario.
- Accidentes de auto – suspiró, como si se tratase de nada- pasan todos los días, ¿verdad?
Akari sacudió su cabeza aún sin entender.
- No me entiendes, ¿verdad? Ahhh…- exclamó con desdén el muchacho- ¡¡¡Creí q eras digna de mi!!! -
- Pero… ¿de qué estás hablando, Taku?-
- Te lo diré si me das el último, el último bes…-
Y súbitamente él cayó, desmayado a sus pies, sin razón alguna.
- Takumi - y Akari levantó su cara- Ojalá te acuerdes..¡¡ de esto!!-
Sonó un fuerte ruido, PAMMM, y el pié de Akari se estrelló en Takumi en una horrenda patada.
- ¡Me das asco!-
La chica volteó y vio a una María que estaba completamente helada.
- Dios…Kai...no…Kai – susurraba.
- María, no te rindas. Todavía podemos hacer algo -
-¿¡ Por qué Akari ,por qué!? - entre lágrimas-¿Por qué tiene que morir ella? ¿Por qué?-
- María- la abrazó- ¡vamos a salvarla!-
- Sabes, Akari…yo no quiero perderla - llorando- ¡No quiero!- y se dejó caer de rodillas.
Y Akari finalmente entendió.
- Entonces ponte de pie y hagamos lo que podamos por ella -
Por ella lo estaba haciendo, sonó extraño sinceramente ,pero el sólo hecho de pensar que podría pasar algo malo, muy malo a Kai hacía que a María le doliera el corazón.
- Vamos Akari. ¡Juntas salvaremos a Kai!-
Entonces empezaron a correr como locas por toda la ciudad por un largo rato. Pero sin obtener ningún resultado, decidieron separarse para cubrir mejor el área. Si Akari no me encontraba,
María podría hacerlo.
“¿Dónde estás Kai? ¿Dónde estás? … ¡Por Dios!...” pensó María.
Estaba desesperada, estaba a punto de rendirse, a punto de llorar, cuando repentinamente el teléfono sonó, había llegado un mensaje:
“CALLE NORTON Y MORON---
María no entendía el mensaje hasta que sonó el timbre y llegó otro mensaje de texto:
…KAI”
En ese instante entendió lo que estaba diciendo el mensaje: era una señal.
Salió corriendo lo más rápido que pudo, no había tiempo que perder, ¡No lo había!
Entonces llegó a esa esquina, y al mirar gritó:
-¡¡ KAIIIIIIIIIIIIII!!-
Pero no sirviò de nada, estaba el cuerpo inmóvil en la calle y un auto se acercaba muy ràpido.
- ¡¡DESPIERTAAAAAAAAAAAAAAA!!-gritó de nuevo con todas sus fuerzas.
Pero no me moví y el auto estaba muy cerca , y no demoraría nada en llegar hasta donde estaba y repentinamente las piernas de María empezaron a moverse solas.
Corrió y corrió hasta donde yo estaba. El auto estaba a punto de matarme cuando María llegó y se lanzó sobre mí para rodar juntas a un lado de la calle; el auto pasó hecho un bólido en rapidez, y ni siquiera se detuvo, sólo siguió su camino.
- ¡Kai! ¿¡En qué rayos estabas pensando!? ¿Qué cosas tienes en tu cabeza?-
María estaba realmente furiosa, pero mi mirada confusa al abrir los ojos la cautivó.
- Kai… ¿acaso no sabes lo mucho que te quiero?-y me abrazó
- María…-susurré y luego cerré los ojos para no volverlos a abrir jamás…
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